Durante su juventud, Viktor siempre mostró luz en sus ojos. Toda esta luz se apagó cuando fue abandonado a su suerte sin conocer las razones y ahora regresó, cuando se enamoró del líder ruso.

Su personalidad es suave, se le puede doblegar sin existir ningún tipo de reclamo por su parte, es fácil de manipular si se tienen los elementos claves para poder hacerlo flaquear, pero al mismo tiempo es alguien tan leal, que no dudaría en tomar una bala por su prometido. Ahora, Yuuri, Yuuri es todo para él, su personalidad se moldeó para él. En la intimidad es permisivo, es sumiso, se desvive para su más grande y único amor, no existe nadie más. Viktor no conoce otro tipo de amor más que el que Yuuri le ofrece, ni siquiera el que tuvo por su солнышко fue tan grande, como para sobreponerse a la idea de traicionarle por un bien mayor.

Su personalidad a los ojos de los demás es falsa. Finge dureza, finge la madera de un líder que no es para proteger a Yuuri aunque este no esté contento con este movimiento por parte de su familia. Se muestra como alguien voraz y calculador cuando en lo único que puede pensar es en regresar pronto a los brazos de su amado.

Nunca importa si Yuuri quiere asistir a fiestas y reuniones, aunque este no desea que se le envíe por su cuenta, es el deber de Viktor asistir a cada una y poner en alto el nombre de la familia. Debe poner la mejor cara, verse profesional y amenazante, transmitir cada uno de los valores en los que se fundó aquél trozo de Bratvá





Destrozado.

Toda su vida, ese fue un sentimiento que caló los huesos del ruso. Viktor fue abandonado a una edad muy temprana en las calles de Rusia, estaba en la víspera de su quinto cumpleaños cuando pareció perderse entre la multitud de la mano de su madre, y nunca más la volvió a ver. La memoria está fresca en su cabeza, recuerda sus intentos por levantar la voz, sus ruegos en palabras torpe. Tras aquél intento de recuperar a su madre, el flujo de gente le terminó apartando más y más del punto en que se había perdido, hasta terminar en una calle que ni siquiera conocía. Vagó por un sinfín de lugares, hasta que sus piernas no pudieron más y simplemente tuvo que sentarse en algún lugar a esperar.

Para aquél que conoce Rusia, sabría que las calles son heladas por el día, y glaciales por la noche. Fue algo que aprendió por la mala y algo que tuvo que soportar durante muchos días, semanas. Su madre jamás le buscó, lo hubiese sabido. Nunca hubo una mano que se acercara para ayudarle, nunca hubo un solo adulto que se compadeciera de un niño que de un momento a otro, lo había perdido todo.

Fueron tres semanas las que pasó en la calle, ni siquiera recuerda a estas alturas de su vida qué hizo para sobrevivir, solo recuerda que tras varios viviendo en aquella situación, unos hombres de traje se acercaron con preguntas suaves, y enseguida, con promesas de una comida apropiada.

Eso bastó, ese abandono y esa extensión de una mano fue lo que bastó para ser acogido por una de las familias más grandes y peligrosas pertenecientes a la Mafia Rusa.

Tras ello, durante años estuvo escuchando las teorías que respaldaban la decisión del líder por adoptarle, muchas de ellas eran la semejanza que tenía físicamente con su hija fallecida. Como fuese, Viktor no se detenía a pensar cada una de las razones que podría existir. A partir de ese momento, el albino de ojos azules se dedicó a servir y obedecer al hombre que le había tomado bajo su ala, prometiendo una lealtad firme que jamás olvidaría. Diez años pasaron para que aquél jefe que llamaba al menor "солнышко", tuviera una idea del futuro que podría representar para él. Nuevamente, sucedió en la víspera de su cumpleaños. Se planeó una gran celebración a donde se invitó a hombres y mujeres, familias, todas poseían lazos con la mafia y algunas personas eran más importantes que otras. En ese momento fue que se presentó a Viktor la única víctima que tendría para ese momento y siempre, el hijo de la familia más importante, aquél que tomaría la cabeza cuando cumpliera la edad indicada: Yuuri Petróvich.

Ese momento definió el resto de su vida, el resto de su entrenamiento. Desde que había sido adoptado, las clases de todo tipo se hicieron presentes en su vida, pero a partir del momento en que conoció a Yuuri, las tareas se enfocaron en hacerle una esposa. Aprovechando la condición de Omega que le regía, se le mostraron los pasos para complacer a su esposo de forma correcta, fuesen modales, tratos o actividad sexual. Viktor sería la pareja ideal para cualquiera que decidiera aceptarle entre sus brazos, aunque eso fuera algo planeado desde hacía años.

Cuando cumplió la edad adecuada, se le mostró ante la familia Petróvich como el mejor candidato para acompañar al joven líder por el resto de su vida y servirle de pantalla frente al resto de la sociedad, pues no era un secreto que las dudas crecían ante la poca apariencia Rusa que el pelinegro mostraba.

La aceptación llegó con duda, pero Viktor estuvo dispuesto a seducir por su lugar de ser necesario, ya que después de todo, era para lo que había sido entrenado. Pocos días fueron necesarios para que se anunciara un compromiso, uno que abría paso a la segunda fase del plan explicado años atrás: Debía terminar con la vida del líder. Estar en una posición tan privilegiada le daba acceso a muchas cosas, entre ellas, la espalda de aquél que parecía más japonés que Ruso… pero todo salió mal cuando los sentimientos del albino se entremezclaron con aquél que le juraba lealtad a su salvador.

Sentiment is a chemical defect found in the losing side

Su corazón se rindió. Terminó rendido ante Yuuri, quien causó que aquella lealtad se doblara en su dirección y fuera jurada hacia alguien más. Hacia su gran amor, su lazo. A él le confesó todo, su traición, su orden. Le suplicó perdón, le pidió que no le dejara de amar, que él estaría ahí a su lado toda la vida, que sería suyo.

I was just playing the game

Pasaron unos años tras el suceso.
Actualmente vive en New Orleans junto a su prometido, con quien sirve de fachada por seguridad determinada gracias a la familia Petróvich.




— Gustos
— Los baños largos y calientes, preferentemente en compañía de Yuuri.
— Cualquier cosa dulce que se le ofrezca.
— A pesar de ser débil con el alcohol, es algo que disfruta mucho. Siempre con el permiso adecuado.
— La danza, practicarla y observarla.
— Los perros, toda clase de perros le parece adorable, en especial los cachorros.
— El chocolate blanco, no le importa que lo llamen falso.
— Las almohadas esponjosas. Su cama debe estar repleta de ellas, y su prometido.
— Los obsequios.
— Ser el centro de atención, dentro o fuera de su rol como líder.

— Disgustos
— Viktor es alguien que demuestra sus disgustos a flor de piel, nunca esconde ninguno de ellos. —

— Que alguien toque a su prometido. Le pone de un horrible humor ver que le coqueteen o le pongan una mano encima.
— Los olores fuertes, le marean.
— Las cosas saladas, no toca un plato si la sal estuvo ahí en cantidades, para su gusto, inadecuadas.
— El frío, no puede soportarlo correctamente.
— Que sus atenciones y esfuerzos no sean recompensados o reconocidos.
— Los insectos




— Habilidades
— En su entrenamiento se le otorgó la habilidad del manejo de armas blancas y de fuego. Aprendió a manejar esto a la perfección.

— Combate cuerpo a cuerpo, practicó diferentes deportes de defensa, todo con la finalidad de proteger a su líder.

— Es Políglota, habla cinco idiomas aparte del ruso. (Inglés, Alemán, Francés, Japonés y Chino)

— Debilidades
— Es naturalmente torpe, por lo que en algunas ocasiones puede verse más habilidoso que en otras.

— Su cuerpo es frágil, pero este no le detiene de meterse a la pelea de ser necesario. Su piel se marca fácilmente con cualquier golpe y no aguanta demasiado tiempo el combate. A pesar de esto, cree que sirve como buena distracción al final de cuentas.

— Es más habilidoso al leerlo y hablarlo, que al escribirlo. (Cualquiera de los idiomas, menos el Ruso e inglés.)



— Posee un tatuaje en su muñeca, se le ha sido mencionado que el suyo es significado de marca de propiedad

— Mpreg: Puede quedar en este estado pero no dejar en este estado, por su condición de Omega.

— Posee un collar dorado con un corazón que se puede abrir, dentro de él no viene nada más que una palabra rusa gravada, fue encontrado con él en el cuello. Viktor no sabe si es de oro, ni planea averiguarlo.

— No tiene memorias del rostro de su madre o padre, pero ha escuchado en los chismes de la familia, que "fue abandonado por ser un omega".

— Estando en Rusia, tiende a regresar al lugar en el que fue abandonado. Cree que podría encontrar a su madre arrepentida. Ahora en New Orleans, algunas veces se ha escabullido para hacerlo, resultando en castigos severos.

— Practica patinaje artístico, solo cuando se le permite. Lo hacía con más frecuencia cuando era menor y hasta que se le otorgó a la familia Petróvich menguó la cantidad de veces que lo practicaba.

— Desea tener un perro, pero es un capricho que no externa.

— Su apellido fue cambiado de forma permanente por su decisión, nunca se le ha dicho a Yuuri que aquella parte dejó de ser 'falsa'.

— Su nombre, "Viktor", se le fue otorgado por su Mafia. No recuerda su nombre real.



Viktor Nikiforov — Yuri on ice!!!